MURCIA

Después de un buen montón de años, en 2023 decidí hacer un viaje relámpago a la ciudad de Murcia. Mis recuerdos de aquella primera visita eran tan vagos que casi se desvanecían como un espejismo. ¡Pero, oh sorpresa! Aunque el tiempo fue escaso, pasear por su centro histórico fue como explorar un cofre del tesoro lleno de impresionantes edificios históricos que me dejaron boquiabierto. ¡Y así, comenzamos nuestra aventura en uno de los rincones más vibrantes de la ciudad! Bienvenidos a la bulliciosa Plaza del Cardenal Belluga (cardenal en Roma y gran benefactor de la ciudad), un auténtico corazón palpitante de la vida murciana. Este lugar no solo es un punto de encuentro, sino también el escenario perfecto para las celebraciones más memorables. Aquí, nos rodean tres impresionantes edificios, así que... ¡prepárense para descubrir los secretos y las sorpresas que nos aguardan en este festín visual y cultural!

La reina indiscutible en la Plaza es, sin duda, la impresionante CATEDRAL DE SANTA MARÍA, cuya fachada principal, diseñada por el talentoso Jaime Bort, es una joya del barroco internacional de excepcional belleza, y única en su género. Los temas principales de esta obra maestra son la Exaltación de la Virgen María, a quien está dedicada, y la Glorificación de la Iglesia.

Y, ¿sabías que su torre-campanario se eleva a la asombrosa altura de 90 metros (95 si le sumamos la coqueta veleta)? Esto la convierte en la segunda más alta de España, solo superada por la Giralda de Sevilla. Es el punto más alto de la ciudad y tiene cinco cuerpos que van decreciendo en anchura, como si estuviera intentando alcanzar las nubes.

Al adentrarnos en su interior, te recibirán las tres naves góticas que cuentan la historia eclesiástica de la Diócesis a través de sus capillas, donde descansan obispos y nobles que ayudaron a levantar este magnífico templo. No te puedes perder la Capilla de los Vélez, con su cúpula estrellada de diez puntas, ¡una verdadera obra maestra del gótico flamígero! También está la Capilla de Junterones, un impresionante exponente del Renacimiento español. También destacan la sillería plateresca del coro, el trascoro o la portada de la antesacristía y el gran órgano Merklin, que con sus casi 4.000 tubos y cuatro teclados es uno de los más relevantes a nivel internacional.

Y hablando de curiosidades, se dice que Alfonso X deseaba ser enterrado junto a sus padres en Sevilla o en la Catedral de Murcia, el primer reino que conquistó a los musulmanes. Al final, acabó descansando cerca de Fernando III y Beatriz de Suabia, pero se dice que su corazón está en Murcia, ¡una historia digna de una novela!

Por último, no olvides visitar el Museo situado en el antiguo claustro de la Catedral. Allí encontrarás pinturas del Trecento italiano, obras de Luca Giordano y las esculturas del célebre Francisco Salzillo. ¡Prepárate para un festín de arte e historia!

¡Justo al lado de la catedral se alza un tesoro del patrimonio monumental que te hará sentir como si hubieras viajado a Italia! Hablamos del PALACIO EPISCOPAL, una joya edificada en el siglo XVIII que rinde homenaje a los espléndidos palacios renacentistas italianos. Este magnífico edificio fue declarado Bien de Interés Cultural en 1992, ¡y no es para menos! Con su planta cuadrada y su elegante estilo rococó, el Palacio Episcopal combina influencias italianas y francesas, con volúmenes sobrios y una gracia decorativa que te dejará sin aliento. Las bellas portadas son solo el comienzo; cada rincón tiene su encanto, y su construcción involucró a talentosos maestros canteros que también trabajaron en obras catedralicias. Fue construido con claras influencias del último manierismo italiano. Los tratamientos murales a base de ornamentaciones al fresco son una característica de los palacios romanos y napolitanos.

Del interior son de gran interés: el patio, organizado en tres arcadas en orden dórico y un cuerpo superior más compacto.


La escalera imperial, y una pequeña capilla de planta circular y estilo rococó, que está abierta 24 horas.

Y no podemos olvidar el famoso Martillo del Palacio (el mirador del obispo); es un espigón saliente construido antes de que se iniciara la construcción del cuerpo principal con el fin de tener un mirador privilegiado sobre el Río Segura y el Paseo del Arenal o Glorieta. Este espacio también tiene una sala de exposiciones anexa, llamada “El Martillo”.

A la plaza Belluga, se asoman también los elegantes edificios que la burguesía local levantó para disfrutar de esta ubicación privilegiada. El derribo del palacete llamado del Doctoral La Riva en uno de sus frentes, hizo perder el sentido de contención y clausura que caracterizaba ese recinto. Con la construcción de un nuevo edificio, ampliación  del Ayuntamiento, proyectado por el prestigioso arquitecto Rafael Moneo, se pretende cerrar sus límites y recuperar el espíritu celebratorio del Barroco.

Continuamos nuestro camino dejando que nuestros ojos se deleiten con las impresionantes fachadas de los edificios del casco histórico, como si estuviéramos en un recorrido por un museo al aire libre.

Nos adentramos en la emblemática calle Trapería, una de las arterias comerciales más famosas de Murcia, donde el bullicio y el encanto se entrelazan. Y aquí está nuestro destino estelar: el REAL CASINO (enlace a nuestra publicación). Al acercarnos, su espléndida fachada nos recibe como un viejo amigo. 

Pero no dejes que su apariencia elegante te engañe; una vez que cruzamos las puertas, nos encontramos en un mundo donde el arte y la arquitectura se desbordan con un gusto exquisito. ¡Prepárate para dejarte llevar por la magia de este lugar!


Tras disfrutar de esta impresionante maravilla, seguimos el paseo por Trapería hasta detenernos, ya casi llegados a la Plaza de Santo Domingo, en el PALACIO ALMODOVAR, obra manierista del siglo XVII, en la que sobresale su fachada adornada con el motivo heráldico de los "salvajes" o "tenantes", un elemento barroco que se heredó del mito renacentista del buen salvaje. Fue reformado a principios del siglo XX y utilizado como sede del Gobierno Civil hasta 1950.

Los condes de Almodóvar eran miembros de la Cofradía del Rosario, cuya capilla se encuentra al otro lado de la calle actualmente denominada arco de Santo Domingo, por lo que en el siglo XVIII mandaron construir un arco sobre la misma que sirviera de comunicación entre su palacio y la Capilla del Rosario, anexa al Convento de Santo Domingo, evitando así la necesidad de salir a la calle para acudir a los oficios religiosos. El conocido como Arco de Santo Domingo fue edificado por el arquitecto Toribio Martínez de la Vega.

Ya en la misma Plaza, alzamos la vista para ver la magestuosa IGLESIA DE SANTO DOMINGO, una importante joya del barroco construida entre 1722 y 1745. Este importante monumento es lo que queda de un antiguo conjunto monástico de la Orden Dominica y tiene la particularidad de contar con dos fachadas. La principal, que mira hacia la plaza Romea, de cuyos tres pisos previstos sólo se llegaron a construir dos, y la que mira hacia esta plaza de Santo Domingo, toda de ladrillo salvo el cuerpo inferior de piedra, que cumple una función representativa y urbanística, careciendo en consecuencia de puertas. En la parte superior de la misma aparece la figura del dominico San Vicente Ferrer en actitud de predicar desde un falso balcón, conmemorando las predicaciones que el santo valenciano realizó en esta plaza en 1411. Las ventanas que posee esta fachada monumental se utilizaron como miradores sobre la antigua plaza del Mercado, siendo utilizados por la comunidad dominica para contemplar los numerosos actos que tenían lugar en ella. Un auténtico balcón al pasado lleno de historias, fe y vida.

En la plaza, además de disfrutar del vibrante ambiente, nos encontramos con el impresionante MONUMENTO A LOS DERECHOS HUMANOS, que se alza con orgullo, invitándonos a reflexionar sobre la justicia y la igualdad. 

A un paso de allí, la ESCUELA PÚBLICA CIERVA PEÑAFIEL nos narra una historia fascinante. Retrocedamos al año 1903, cuando los ministros Antonio García Alix y Juan de  la Cierva Peñafiel, en un inesperado encuentro de mentes brillantes, se unieron a Andrés Baquero para dar vida a las primeras Escuelas Graduadas Públicas en Murcia, cuya inauguración se celebró el 16 de septiembre de 1917. Todas ellas fueron obra del talentoso arquitecto murciano Pedro Cerdán, también autor de la fachada del mencionado Casino, que empleó un estilo en el que destaca la combinación del ladrillo visto y sillería caliza blanca, así como las anchas cornisas.

Asoma a la Avenida Alfonso X el Sabio el MUSEO DE SANTA CLARA. El edificio que alberga el museo no es cualquier cosa: ha sido testigo de siglos de historia, desde su época como palacio de emires musulmanes en los siglos XII y XIII (Ibn Hud); hasta su transformación como alcázar de monarcas castellanos; o real monasterio de las religiosas clarisas desde 1365 hasta nuestros días. Pero eso no es todo, porque en su interior se esconde una de las albercas árabes más antiguas de España datada en el siglo XIII, un oasis de paz y tranquilidad en medio de la ciudad.

No muy lejos de allí, se erige con majestuosidad el TEATRO ROMEA, considerado uno de los más bellos de España. Este espléndido edificio no solo es un deleite para los ojos, sino que también es un auténtico hervidero de cultura y arte.

Foto de la página: https://www.turismodemurcia.es/es/teatro-romea

El paseo nos llevó hasta el edificio de la ANTIGUA PRISIÓN PROVINCIAL DE MURCIA, un lugar que, a pesar de su pasado, ha encontrado una nueva vida. Este edificio, catalogado como Elemento Singular, destaca por su curiosa disposición arquitectónica en planta de cruz, que crea un laberinto de estancias y encantadores patios ajardinados. Construido a principios del siglo XX, fue inaugurado en junio de 1929, pero cerró sus puertas en 1981. Sin embargo, en un giro sorprendente, ha sido transformado en el Centro de Cultura Contemporánea Cárcel Vieja. Ahora, en lugar de ecos de barrotes, resuenan risas y creatividad.

Transitamos también la animada Calle Platería, sumergiéndonos en el pulso vibrante de la vida comercial de Murcia.

Y pasamos junto al PALACIO DE FONTES, buen ejemplo de la tipología arquitectónica de edificio privado del siglo XVIII. Lo mandó construir sobre gran parte del solar que ocupaba su anterior residencia, Don Baltasar de Fontes y Melgarejo. Constituye un ejemplo claro de palacio barroco murciano, a base de elementos constructivos pobres, como ladrillo, cubierto por reboco de yeso, y piedra para la puerta de acceso.

El paseo nos lleva ahora a la Glorieta de Murcia, denominada Glorieta de España, uno de los espacios urbanos más destacados y transitados de Murcia. En ella se encuentra, además de la Casa Consistorial, la fachada posterior del palacio Episcopal y una estatua del Cardenal Belluga presidiendo el entorno de frente a la Glorieta, antiguamente denominado Paseo del Arenal.

La imagen de la Plaza de la Glorieta, con el edificio de la Casa Consistorial al fondo, es una de las estampas más icónicas de la capital, que nosotros también quisimos plasmar. La CASA CONSISTORIAL de Murcia es la obra arquitectónica más importante del arquitecto Juan José Belmonte (1809-1875). Destaca una portada de cuatro grandes columnas corintias soportando un frontón que dota de mayor importancia al balcón principal. Encima del balcón hay un gran escudo de la ciudad escoltado por las estatuas de dos musas, que representan respectivamente la abundancia y la felicidad. En el centro del frontón se encuentra el reloj de la ciudad, con un carrillón que al dar las horas y las medias interpretan melodías típicas de Murcia, como el himno, el canto a Murcia de la zarzuela La Parranda y el himno de la Fuensanta. Durante la dominación musulmana, aquí se levantaba el Daraxarife o palacio del Príncipe, perteneciente al Alcázar Mayor de la ciudad. Después de la conquista de MurciaAlfonso X el Sabio donó este palacio al concejo en 1267, lugar donde jueces o magistrados municipales ejercieron su cometido desde entonces.

Desde aquí nos asomamos al Río Segura para contemplar otro de los símbolos de la ciudad. Es el PUENTE VIEJO, construido en el siglo XVIII, es el puente más antiguo y une el Barrio del Carmen con el centro histórico. También es conocido como Puente de los Peligros. ¿Y por qué? ¡Porque en su hornacina se encuentra la Virgen de los Peligros, que despierta una profunda devoción en los murcianos! Desde la construcción del templete se le dotó de una campana en la zona superior que aún hoy se hace sonar cuando hay una fuerte crecida del Río para avisar a la población. Fue el 26 de septiembre de 1701, cuando una fuerte riada del Segura destruyó el puente anterior que estaba en pie desde el siglo XV.

A pocos pasos del Puente, emergiendo de las aguas del río, vemos el MONUMENTO-FUENTE AL ENTIERRO DE LA SARDINA, recordándonos una de las tradiciones más festivas de Murcia; y en la orilla opuesta, el edificio de los MOLINOS DEL RÍO Y CABALLERIZAS. En 1785 se levantó el nuevo edificio de molinos. En esta ocasión, a diferencia del anterior, el edificio y las ruedas se instalaron de forma longitudinal para no dificultar el paso de las aguas. Para la entrada del agua se construyó un canal y un azud que derivaba la corriente al edificio nuevo, que contaba con un total de 21 ruedas, ampliadas en el año 1808 a 24 ruedas, de ahí el nombre que recibió posteriormente como Molino de las 24 piedras. Las Caballerizas, edificio anexo al conjunto, fue destinada a ser las cuadras de los molinos y del Parador del Rey y su construcción es anterior a la de los “Molinos Nuevos”, el actual museo hidráulico.

¡Y aquí estamos, en este rincón encantador junto al río, despidiéndonos de la maravillosa Ciudad de Murcia!. Pero antes de cerrar este capítulo, recordaros disfruta de la su rica gastronomía tapeando en la Plaza de las Flores, Plaza Santa Catalina o en la zona de restaurantes de la Plaza de San Juan. También, puede visitar y degustar dicha gastronomía en el Mercado Gastronómico de Correos. Una de las más famosas es "la marinera": imagina una rosquilla de pan alargada, cubierta con un generoso pegote de ensaladilla rusa, ¡y coronada con una sabrosa anchoa! Y si queréis algo aún más espectacular, probad “el matrimonio”, donde el boquerón se suma a la fiesta.

¡Espero regresar algún día a esta increíble ciudad y saborearla con más tiempo y dedicación, que bien lo merece! ¡Hasta la próxima, Murcia!

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https://arquitecturaviva.com/obras/ampliacion-del-ayuntamiento-murcia

https://es.wikipedia.org/wiki/Casa_consistorial_de_Murcia

https://www.turismoregiondemurcia.es/es/ruta/ruta-turistica-murcia-ciudad--2161/

https://www.guiarepsol.com/es/viajar/vamos-de-excursion/paseo-centro-murcia-catedral-casino/

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REAL CASINO DE MURCIA

 El Real Casino de Murcia es uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad. Se encuentra en la céntrica calle Trapería, no lejos de la Catedral. El edificio, cuya construcción comenzó en 1847 es una mezcla de las distintas corrientes artísticas que coexistieron en la segunda mitad del siglo XIX y principios del siglo XX en España y fue declarado monumento histórico-artístico nacional en 1983, por lo que en la actualidad está considerado bien de interés cultural, con la categoría de monumento.

La fachada, de 1902, es de estilo ecléctico con influencias modernistas e historicistas diseñada por Pedro Cerdán.



Traspasada la puerta de entrada hay un pequeño Vestíbulo neobarroco que combina magistralmente maderas, cristales, mármoles y escayolas y en el que destaca un precioso artesonado. El acristalamiento de sus paredes permite crear una desahogada sensación de amplitud en un espacio relativamente pequeño. 


A los lados de este se abren dos salas acristaladas, a las que los murcianos, con el fino humor que les caracteriza, apodaron por su aspecto “LAS PECERAS”, y​ cuya exquisita decoración, obra de Manuel Castaños, fue reutilizada en el Palacio de Parque Florido, actual sede del Museo Lázaro Galdiano de Madrid.

Entremos en el PATIO ÁRABE, cuya espectacular decoración de estilo neonazarí, obra de Manuel Castaños, requirió más de 20 000 láminas de pan de oro. La bóveda de cristal que cubre el patio es la parte más alta del edificio. Una inscripción en árabe que reza «Nada más grande que Alá» se repite a lo largo de todo el perímetro.







Tras el patio árabe se articulan LA GALERÍA CENTRAL, cubierta por una bóveda acristalada y recubierta de mármoles de Macael y de Cehegín, constituye realmente una calle interior del Casino a al que asoman las diferentes dependencias situadas en un nivel ligeramente superior y no accesibles en silla de ruedasLa galería norte-sur (conocida como Patio Corto)  data de 1866, mientras que la este-oeste (conocida como Patio Largo y que se inicia en el patio árabe) se concluyó en 1901.




La primera dependencia que se sitúa a mano izquierda es la BIBLIOTECA INGLESA, obra realizada en 1913 según el proyecto dela firma británica Waring & Gilow, en la que destaca su tribuna superior de maderas talladas sustentada por ménsulas de fundición en forma de flamencos que, como aves migratorias, representan el espíritu viajero del siglo XIX. Guarda una magnífica colección de libros, intefrada por más de 20.000 volúmenes de los siglos XVII, XVIII y XIX. Un lucernario cenital proporciona luz natural a los veinticinco puestos de lectura. Un detalle curioso lo constituye el trampantojo del hueco de la escalera de caracol que accede a la tribuna superior, donde el revestimiento no es de madera, sino de estuco pintado.




Situado enfrente de la Biblioteca, el SALÓN DEL CONGRESILLO, un elegante saloncito entelado que servía de punto de reunión a ciertas peñas de ciudadanos notables de Murcia, entre ellas la que le da nombre, la Peña del Congresillo. 


En su decoración destacan las sedas y maderas, así como la lámpara y las finas escayolas del techo. 


Alberga parte de la importante colección de pinturas románticas del siglo XIX y primeros años del XX. Con obras de gran formato de Manuel ArroyoManuel Picolo y Obdulio Miralles. Es precisamente un cuadro de este último el que llama la atención, no solo por su belleza, sino por la historia que esconde. Se trata de “La Modelo” y representa a la modelo habitual del pintor que, enamorado de ella y tras verse rechazado, se quitó la vida a la temprana edad de 27 años. Otras dos pinturas destacadas son “Vaso con Flores”, de Luis Garay y “Escena nevada de París” del pintor perteneciente a la Escuela de París, Emilio Grau Sala.



Por el Congresillo se accede al salón más importante y suntuoso del Real Casino, conocido como el SALÓN DE BAILE. Construido entre 1870 y 1875, está concebido en un atractivo estilo neobarroco de inspiración francesa. 




El majestuoso lienzo del techo, pintado entre otros por el mencionado Manuel Arroyo y Gil Montijano, está decorado con alegorías, entre nubes, de la poesía, la pintura, la música y la arquitectura . En los Cuatro medallones situados en las esquinas se muestran retratos de murcianos ilustres como el político José Moñino, conde de Floridablanca, el escultor Francisco Salzillo, el pintor Nicolás de Villacis y el actor Julián Romea.


El suelo, el único del edificio que no ha sido sustituido y que data de 1877, es de parqué taraceado . 


También destacan cinco lámparas de bronce fundido con baño de oro, adornadas con 1800 piezas de cristal de Baccarat, fabricadas en París en 1886, por Chalier y Jean. Cuentan que fueron fabricadas con destino al Palacio Imperial de Trieste del emperador Maximiliano I de México, pero que, tras ser depuesto y fusilado en 1867, las lámparas quedaron en París y fueron adquiridas para el Casino. Fueron las primeras lámparas que lucieron con luz eléctrica en la ciudad de Murcia.



En las paredes encontramos estucos con alegorías del baile.






Desde el Salón de Baile se accede a la ANTESALA, un espacioso salón abierto al Patio Pompeyano en que se efectúa la transición de las cálidas sedas y maderas al frío mármol. Destacan dos pinturas de gran formato de los pintores Gil Montijano y Sánchez Picazo, así como un busto ejecutado por el escultor murciano José Planes.


Desde la Antesala se sale de nuevo a la Galería Central y se accede al TOCADOR DE SEÑORAS que ocupa parte de la antigua sala de armas. Está ejecutado con lujo, destacando sus espejos y sedas. Los apliques conservan las pantallas que fueron bordadas con hilo de oro en los talleres de bordado de Lorca. Hasta la rehabilitación integral, el tocador estuvo en uso como toilette de señoras y se conservan los juegos de plata de tocador.

El lienzo que decora el techo, obra de José Marín Baldo, es una alegoría de la noche y representa a la Diosa Selene


Los ojos y la figura de una mujer alada que cae envuelta en llamas siguen al que los mira desde cualquier ángulo del recinto, produciendo un curioso efecto óptico.


Nuevamente en la Galería Central y tras girar a la izquierda, se accede al SALÓN DE ARMAS, cuyas cristaleras ornamentadas con panoplias atestiguan que fue en su día la sala de esgrima del Real Casino. Tras perder un trozo en el que fue construido el Tocador de Señoras, el Salón de Armas fue utilizado como sala de ajedrez, entre otros muchos usos. El proceso de rehabilitación integral ha permitido la recuperación parcial de una decoración de la que se ha tenido noticia por primera vez al restaurar el techo pintado del Tocador de Señoras. Tras el lienzo aparecieron los restos de la cenefa que decoraba originariamente el Salón de Armas, consistentes en la imagen de uno de los trabajos de Hércules, la lucha contra el león de Nemea, así como parte de la ornamentación floral, aunque posiblemente la cenefa contuviera la totalidad de los trabajos del semidiós mitológico. 


Además de este interesante detalle histórico, el Salón, que está dotado de luz natural gracias a un lucernario cenital, guarda el resto de la colección de pintura del siglo XIX, integrada por lienzos de Germán Hernández AmoresJoaquín Agrasot y Miguel Blay, que fueron pintados inicialmente para decorar la Sala de Billar. Pero llaman especialmente la atención cuatro grandes lienzos del mencionodo Obdulio Miralles que representan alegorías de las cuatro Estaciones. Estos cuadros, de gran belleza costumbrista, fueron pintados en 1893 para decorar el Patio Pompeyano. Con ocasión de una reforma, en 1928 fueron cedidos en depósito al Museo de Bellas Artes de Murcia, donde han permanecido ochenta y un años hasta su vuelta al Real Casino con motivo de su reapertura en noviembre de 2009.

El SALÓN DE TÉ es otro lujoso Salón que ha sido usado ocasionalmente como comedor o como sala de cafetería. En el reciente proceso de rehabilitación integral, y tras un paciente trabajo de recomposición, ha sido recuperado el espléndido techo de escayola que se derrumbó a finales de la década de los setenta. El salón cuenta, a su vez, con dos dependencias accesorias conocidas como el “Comedor Español”, decorado en estilo castellano, y el “Salón Inglés”, en el que ha sido recuperado el techo originario de escayola, anterior a 1847.

En la EXEDRA el visitante puede contemplar una vista panóptica del Casino. Al estar elevada respecto de las galerías, se utiliza frecuentemente como escenario.




En ella se encuentra una copia de la Dama de Elche que fue obsequiada por la ciudad de Elche al Real Casino de Murcia.


El denominado PATIO POMPEYANO debe su forma actual a la transformación que se hizo en 1893 de un patio anterior. Es de estilo neoclásico, con 14 columnas con capitel jónico que forman un conjunto de gran efecto artístico con una escultura de Venus en el centro, obra de José Planes, sobre un pedestal con episodios de la vida de Zeus



En los laterales cuenta con dos bellas reproducciones de esculturas de Danaide y Amazona, de los originales que se encuentran en los Museos Vaticanos. Al lado de este patio se sitúa la SALA DE BILLAR, de 1890.



Finalizamos nuestra visita en el PATIO AZUL, que integra uno de los espacios en el que resulta más destacada la intervención de rehabilitación llevada a cabo entre los años 2006 y 2009. El patio ha sido cubierto con una gran cúpula de cristal, al tiempo que se le ha dado un tratamiento de color homogéneo que, no obstante, no oculta el hecho de que en el convergen las fachadas originarias de lo que fueron edificaciones diferentes. El Patio ha quedado, pues, plenamente integrado en el recinto cubierto y climatizado del Real Casino, sin que haya perdido una clara referencia a sus orígenes como patio abierto. Flanqueando el Patio se encuentra la SALA DE BILLAR de 1890, dotada de un bello artesonado de madera con decoración en la que predominan los motivos geométricos. 

El horario de apertura para las visitas turísticas es de 10.30 horas a 19 horas, de lunes a domingo. En AGOSTO el horario de visitas es de 10.30 horas a 14.30 horas, de lunes a sábado. Domingos y festivos cerrado.

TODA LA INFORMACIÓN INCLUIDA EN ESTA PUBLICACIÓN HA SIDO RECOGIDA DE LOS SIGUIENTES ENLACES:

https://realcasinomurcia.com/

https://es.wikipedia.org/wiki/Casino_de_Murcia

https://www.turismodemurcia.es/es/real-casino-de-murcia

https://www.lacomarcadepuertollano.com/visita-al-real-casino-de-murcia

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